Aucayacu es uno de los lugares que llamamos hogar. Mi marido creció allí, nos casamos allí, y visitamos varias veces al año. En lugar de servir una comida tradicional de Acción de Gracias aquí en Lima, decidimos viajar a Aucayacu para el fin de semana largo. Esta vez, viajamos en autobús y con los pocos retrasos que hemos tenido, el viaje en sí tomó 15 horas. Pero, no dejes que esto te disuada. La visita a Aucayacu definitivamente vale la pena!
El propósito de nuestro viaje en el largo fin de semana fue ser anfitrión de un evento de Navidad, una Chocolatada. Estos eventos ocurren en todo el Perú y incluyen servir el chocolate caliente (sí, chocolate caliente en la selva … en verano) y pan panetone. Niños y adultos disfrutaron de las ricas tazas de chocolate caliente.
Hacer una olla de Perú chocolate caliente en la comodidad de mi propia casa es una cosa. Hacer chocolate caliente en gran cantidad en la selva de Perú es otra cosa muy distinta. Tuvimos muchas manos a la obra para preparar las grandes ollas de chocolate.
Debido a los muchos amigos que tenemos en la zona, casi nunca nos verán salir a comer en restaurantes. Estamos bien atendidos en los hogares de nuestros amigos y muchas veces hacen el desayuno, el almuerzo y la cena al pedido. Tenemos comidas increíbles con sabor inolvidable. Cuando llegamos por primera vez en la ciudad, servieron un delicioso banquete para nosotros.
Hay tantos sabores que son innegablemente única de la selva. El fruto Aguaje es uno de esos. Cuando fuimos a la casa de una vecina, ella estaba justo en el medio de hacer unos chupetes de fresa y unos de aguaje para vender. Por suerte para nosotros, ella compartió con nosotros sus consejos para hacer los chupetes de aguaje.
Completamente no planificado (créanlo o no!), nuestro viaje coincidió con Mistura Aucayaquina, una feria de comida y cultura que disfrutamos mucho. Además de los muchos puestos de alimentos donde se preparan y se venden, había música en vivo, bailes, e incluso una demostración de cómo hacer un ceviche de la selva.
Cualquier viaje no estaría completo sin al menos una visita al mercado en el centro de la ciudad. El mercado de Aucayacu ha crecido y cambiado con los años, pero siempre está lleno de sorpresas para mí.
Fue un fin de semana estupendo con nuestros amigos. Puede ser que no hemos comido la tradicional cena de pavo para Acción de Gracias, pero sin duda experimentamos el sentir de agradecimiento.
¿Y tu, qué hiciste para Acción de Gracias ?
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